La ribera del Cabriel, uno de los ríos más cristalinos
de Europa, constituye la ruta ideal para los amantes de la naturaleza.
Recomendamos que para disfrutar de toda la belleza de esta zona
el recorrido se haga a pie o en bicicleta, bien provistos de equipos,
agua y víveres. Rodeado de bosques y parajes totalmente vírgenes
de notable interés ecológico, sus nacimientos de aguas
termales fueron, al parecer, origen de asentamientos primitivos,
así lo demuestran los restos de pinturas rupestres de sus
márgenes.
De este a oeste, partiendo de las Casas del Río, donde se
encuentra una noria del s.XVII, hoy restaurada y en funcionamiento,
llegamos a Cilanco, aldea que conserva muestras típicas de
la arquitectura tradicional como uno de los antiguos lavaderos y
un cuidado sistema de distribución de aguas para el riego
de sus múltiples huertas.
En Villatoya resulta imprescindible la visita al Balneario de la
Concepción, data de 1.848 y sus aguas termales tienen excelentes
propiedades medicinales.
Apenas unos kilómetros más llegamos a la antigua
central de El Retorno. Siguiendo el curso del río encontramos
La Terrera, paraje dotado de instalaciones que funcionan como Aula
de Naturaleza, unos metros más arriba, el Balcón del
Ensueño, un mirador que nos muestra toda la belleza del valle
que surca este hermoso río.
Después el camino nos lleva a Tamayo, allí conviene
hacer echar un vistazo a los restos de una calzada y un puente
romanos.
Cabriel arriba, otro de los buenos lugares
para darse un buen baño
es el paraje denominado La Rueda. Muy pronto se llega al Molino
de los Batanes y seguidamente a Los Cárceles, aldea todavía
habitada que dispone de una buena zona de recreo donde disfrutar
del paisaje, teniendo como fondo uno de los puentes más espectaculares
sobre el Cabriel de la inacabada línea de ferrocarril Baeza-Utiel.
El río continúa, aunque sus mejores parajes en La
Manchuela ya han quedado atrás. Sin embargo las posibilidades
turísticas no se agotan.
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