| Concluida la ruta de la Hoz del Júcar, la visita de algunos 
              pueblos del llano representan una alternativa para cambiar de paisaje 
              y contemplar estupendas panorámicas desde la planicie. Así, 
              dejando la Hoz del Júcar a su paso por Jorquera y tomando 
              la carretera que conduce a Casas
              de Juan Núñez, es 
              obligado hacer un alto en el camino para asomarse a los miradores 
              mencionados anteriormente. En el pueblo merece la pena pasear por 
              el barrio de casas-cueva. Pozo-Lorente, por sus cotos de caza con
                abundantes especies, ofrece a todos los aficionados a este deporte
                un notable interés 
              cinegético. De Villavaliente podemos
                destacar las ruinas de un poblado ibérico 
              denominado "Valen-bonga". Haremos un alto en Alatoz para
                visitar su iglesia dieciochesca de San Juan Bautista, declarada
                de interés cultural, con 
              retablo neoclásico. Los alrededores de este pueblo serán 
              motivo y excusa para detenerse y realizar alguna excursión
              a pie. 
 Por último, Carcelén es
                uno de los pueblos del llano más interesantes. Destaca especialmente el castillo fortaleza, 
              del que se tiene escasa información, sabiendo únicamente 
              que fue antigua mansión señorial y que está fechado
              hacia el s.XV. En el ámbito festivo y tradicional, la celebración 
              de la noche de "Los Montones" es visita obligada para
              cualquier curioso. Se celebra en el mes de Agosto y da comienzo
              a las fiestas mayores de Carcelén,
              consiste en una desesperada carrera de antorchas a través del monte que culmina con una 
              gran hoguera en honor al Cristo. Los orígenes ancestrales 
              de la fiesta nos remiten a la persecución y quema de brujas. 
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